El ser humano al ser incapaz de producir en su organismo la vitamina C, debe recurrir a fuentes exógenas. Bien sean naturales, obteniéndolas de los alimentos, sobre todo las frutas, o bien de los productos elaborados por la industria farmacéutica.
Así se ha difundido ampliamente como una vitamina esencial para básicamente ayudar a prevenir los cuadros virales, como las gripes o resfriados comunes, no obstante existen muchos más usos de la vitamina C que seguramente no conocías.
Conociendo la vitamina C
Esta vitamina tiene una propiedad bastante característica, como es el hecho de ser hidrosoluble. Lo cual significa que se disuelve en agua. Desde el abordaje bioquímico, la vitamina C o Ácido Ascórbico es un polvo cristalino, de coloración blanca, sin olor, y por supuesto, bastante soluble en agua.
Requerimiento básicos diarios de vitamina C
Se ha establecido que la cantidad diaria de vitamina C para los hombres lo más recomendado es 90mg/día, en tanto que para las mujeres es de 75mg/día. Por supuesto, se debe tomar en cuenta las enfermedades que pueda estar padeciendo la persona, como por ejemplo, diabetes, pancreatitis aguda, o más bien si se trata de un fumador.
Ya que estas condiciones, hábitos y/o enfermedades determinan una disminución en los niveles de vitamina C.
- Los lácteos (leche, quesos y demás derivados), así como los frutos secos y el pan, no son buenas fuentes de Vitamina C, ya que solo ofrecen bajas cantidades de la misma.
- Los diversos y múltiples preparados con ácido ascórbico (nombre científico de la vitamina C) llevados a cabo por la industria farmacéutica, son iguales químicamente a la forma natural. Además no suponen mayor diferencia con éstos.
5 usos de la vitamina C
1. Dermatología y estética:
¿Empiezas a darte cuenta que existen más usos de la vitamina C que simplemente para la gripe?.
En este primer punto, la aplicación del Ácido Ascórbico es por la vía tópica, es decir directamente en la piel. Entre sus indicaciones se encuentra:
A. Protección solar
Brinda fotoprotección frente a los rayos ultravioleta. En especial aquellos que son de tipo UVA y UVB, donde los primeros se relacionan con el envejecimiento y la aparición de arrugas, mientras que los últimos están vinculados al cáncer de piel. Esta acción sería lograda gracias al efecto antiinflamatorio y a la capacidad de inactivar ciertas moléculas.
B. Tratamiento de arrugas faciales
Se disponen de cremas con vitamina C al 5% (también al 10%) que, con una aplicación durante 6 meses, se logra una mejoría significativa no solamente de la apariencia de la piel sino también la desaparición de dichas arrugas; Tal acción se debe al aumento que produciría en las fibras de colágeno.
C. Aclaramiento de manchas
Uno de los usos de la vitamina C en la dermatología es precisamente en los casos de melasma. Éste no es más que una afección caracterizada por la aparición de manchas oscuras en la cara, como consecuencia de múltiples causas. Este uso se obtiene gracias a la capacidad de inhibir la actividad de las células productoras de pigmento de la piel que se encuentren alteradas.
2. Enfermedades del sistema vascular
La vitamina C al tener función antioxidante, evita que ocurra la oxidación del LDL-c o conocido como “colesterol malo”. De esta forma se evitaría el desarrollo y progresión de la placa de ateroma, resultado de la acumulación de grasa en las arterias de mediano y gran calibre. Esto es conocido como ateroesclerosis, enfermedad que además cursa con endurecimiento de las paredes de dichos vasos sanguíneos y estrechamiento del canal interno por el cual fluye la sangre.
Otro de los usos de la vitamina C en las enfermedades vasculares es que evita la agregación plaquetaria; proceso por el cual estas células sanguíneas se adhieren entre sí y a una superficie, en este caso, la placa de ateroma, por lo que se impide la formación de trombos.
La dosis diaria recomendada para lograr tales fines es de 100mg-120mg/día.
3. Resfriados comunes o gripe
Sin duda alguna, ¿quién no ha escuchado que la vitamina C previene las gripes? probablemente tu respuesta sea positiva, no obstante esto es una de las verdades ocultas de esta vitamina, ya que NO los previene, sino que mejora y alivia los síntomas del resfriado común.
¿Cómo logra esta acción? la respuesta está en que gracias a que la vitamina C fortalece el sistema inmunológico, y además no permite que las células de este sistema como los linfocitos T se destruyan ante las infecciones, se alcanza una ligera mejoría.
4. Vitamina C como tratamiento para el cáncer
Existen numerosas investigaciones que avalan que el uso de la vitamina C en combinación con ciertos quimioterápicos aumenta el efecto de estos últimos; evidenciándose con eficacia en los cánceres de ovario, vejiga, hígado y páncreas. Por su parte, en otros estudios clínicos, se determinó que cuando esta vitamina se asocia con ciertos fármacos destinados al tratamiento del cáncer, interfiere con sus acciones, por lo que a ciencia cierta no se ha aprobado un protocolo universal para el tratamiento del cáncer con vitamina C.
Uno de los mitos que hay que aclarar en cuanto a este álgido punto, es que la vitamina C no previene el cáncer de mama.
5. Vitamina C para las cataratas
Debido a que la vitamina C es antioxidante, tiene la propiedad de prevenir el desarrollo de cataratas. Recordando que éstas suelen ser producto del transcurso de la edad, dado a que con ello disminuyen los niveles de ácido ascórbico en el cristalino.
No obstante, aún se encuentra en discusión si la vitamina C es efectiva para preveer las cataratas.
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